De acuerdo con cifras de las principales operadoras del país, más de 38.000 personas se acogieron a la reforma temporal de la Ley de Protección al Trabajador y retiraron el dinero correspondiente al Fondo de Capitalización Laboral.
Por otro lado, la CCSS reportó más de 7800 solicitudes tramitadas por despido, reducción de jornadas o suspensión laborales y de acuerdo con datos del Gobierno de la República más de 250.000 personas solicitaron el bono Proteger.
Estos números revelan la cantidad de personas y familias que hoy enfrentan una situación económica complicada a raíz de las reducciones en las jornadas laborales, despidos o cese de contratos debido a la emergencia nacional por la pandemia del COVID-19.
Ante esta realidad y la incertidumbre económica que vive no solo Costa Rica sino el mundo entero, los especialistas en finanzas personales, hacen un llamado no solo a “reinventarse” sino a “redescubrir” aquellas habilidades que le permitan idear algún tipo de actividad económica, que le genere ingresos adicionales.
Es además, un buen momento para adecuar aquellos hábitos que hacen vulnerable su salud financiera, como las compras emocionales. El momento es idóneo para replantearnos nuestra relación con el dinero y el cómo enfrentar situaciones similares en el futuro.
Sí hay salidas y alternativas
Durante estas semanas de cuarentana, las personas han descubierto cuáles son sus necesidades básicas y cuales no, incluso, si poseen habilidades para desarrollar otras actividades que a futuro podrían volverse lucrativas. Es en casos como éstos, que, según María Fernanda Torres, Promotora Social de Coopecaja pueden encontrarse una oportunidad de negocio aun en bajas escalas durante el inicio.
La reflexión producto del aislamiento social, invita a generar estrategias, a establecer nuevos planes para su vida y economía. Hay quienes tienen facilidad de palabra y poder de convencimiento. Estas personas pueden plantearse el incursionar en algún tipo de ventas. “Sin importar la profesión, siempre se puede iniciar con alguna otra actividad económica”.
En este sentido, la experta señala que la flexibilidad es una buena aliada ante los problemas económicos. “Quizá, alguno de sus pasatiempos, pueda convertirse en un sostén adicional a la nueva condición laboral, lo importante es tomar un respiro, pensar y definir buenas estrategias que a pesar de las dificultades les permitan buscar algún ingreso económico”, comentó Torres. Con ello, usted puede lograr el tener al menos tres fuentes de ingreso, como recomiendan los expertos financieros.
Negocie sus deudas y aléjese de las tarjetas de crédito
Actualmente y como medida de apoyo, muchas entidades han aplicado medidas de flexibilización de pago, postergaciones u otros beneficios, para aquellas personas que perdieron su trabajo o a quienes se les disminuyó la jornada laboral. Para hacer uso de estas opciones, usted debe conocer con certeza, cuáles son sus deudas, el estado de las mismas y la implicación directa que tienen en su calidad de vida. Mapear las deudas es un primer paso en la estrategia de reacomodo financiero.
Si experimenta lo anterior, la experta recomienda negociar las deudas y alejarse de las tarjetas de crédito como método de financiamiento, pues éstas solo contribuirán con más endeudamiento.
Recuerde también, que las condiciones de flexibilidad dependerán de su historial crediticio con la entidad financiera. De allí la importancia de manejar finanzas en orden y adecuadas.
Es hora de aprender a trabajar con un presupuesto
El presupuesto es una excelente herramienta para cualquier proyecto planificado de su vida. Este sistema será un plan detallado que le dirá dónde va a parar su dinero y cómo conseguir que vaya donde usted quiere. De acuerdo con Torres, en el presupuesto, se definen las necesidades, los gustos y los deseos, en una proporción del 50/30/20.
El control de sus gastos será clave en este momento. Un presupuesto le permitirá ordenarse y hacer que el dinero alcance en relación con sus necesidades (50%), gustos (30%) y deseos (20%). Un eventual recorte de ingresos debe dar prioridad al ámbito de las necesidades.
La herramienta debe ser proyectiva y establecer una relación sana entre ingresos, ahorros y fondos de emergencia. En época de crisis o cambios sociales fuertes, se recomienda generar presupuestos para un lapso mínimo de 90 días.
Finalmente, establezca un orden de acciones para manejar el momento actual:
Mantenga la calma ante el panorama económico y las finanzas personales
Haga inventario real de sus ingresos y fondos de emergencia
En el mapeo de deudas repase las condiciones de sus operaciones crediticias
Viva de acuerdo a sus posibilidades y no se compare
Plantee nuevos escenarios en los que podría generar ingresos
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